
Libros Sapienciales. Historias noveladas (III)

Biblia y vida
Padre Manuel Antonio Garcia Salcedo*
Arquidiocesis de Santo Domingo
JUDIT:
La promesa de Dios a Abraham se mantendrá, aun los enemigos del Pueblo Santo aparenten una victoria. La fragilidad de la mujer y la lucha contra el malvado llegan a su final en este relato. EL drama se desarrolla a la vuelta del destierro.
Cada texto de los citados aborda las situaciones críticas en la historia del Pueblo de Israel y como Dios les ayudó a superar aquellos acontecimientos, primero reflejados en fiestas propias con carácter litúrgico y luego plasmado en escritos elaborados buen tiempo después con su respectiva profundización desde una teológica que lleva a asentar e impulsar el compromiso e identidad de la comunidad creyente.
Superar el desaliento, no dar espacio al derrotismo, no dejar intimidar ante el poder y las influencias aplastantes, no dudar de la fe en el Dios vivo y verdadero, presente en la historia, disponibilidad heroica en favor de los propios, aclamar a Dios por sus obras maravillosas. Esta es la tónica que rodea la narración del Libro de Judit, la primera llamada en la Escritura más bendita entre todas las mujeres, anuncio y figura de la Madre de Dios, Nuestro Señor Jesucristo. Judit logra introducirse en las tiendas del Tirano Holofernes.
Logra embaucarlo y corta su cabeza, luego exhibida como signo de la derrota del poder destructor y triunfo de la comunidad de creyentes. La cabeza de aquella opresión es exterminada. No tendrá más seguidores. En nombre del Pueblo Santo y Vencedor, Judit entona un cantico de Alabanzas y Honras a que quien ha dado la victoria. Tal hecho se repite en los personajes que han clamado al Señor, Nuestro Dios.
La diferencia es que los cristianos verdaderos rechazamos toda forma de violencia, armamentos y acciones bélicas. ¡María, Reina de la Paz… Ruega por nosotros! *Doctor en Teología Católica.