EVANGELIO SAN MARCOS

Biblia y vida.

Por Padre Manuel Antonio Garcia Salcedo*.

Arquidiocesis de Santo Domingo.

El más antiguo de los cuatro que atesora la Iglesia. El más corto, es de las fuentes de los tres Evangelios Canónicos restantes. Clave para su lectura es la confesión de fe en Jesucristo, Hijo de Dios, en tres secciones:

Capítulo 1: Comienzo de la Buena Nueva de Jesucristo, Hijo de Dios.

Capítulo 8: En labios de San Pedro… Tú eres el Hijo de Dios.

Capítulo 15: El centurión romano, un pagano ante la muerte de Cristo… Verdaderamente este hombre es el Hijo de Dios. Confesión hecha no por casualidad.

El Evangelio de San Marcos se situa en la Comunidad de Roma, sede del Apóstol San Pedro. El nombre del Evangelista se adjudica a San Juan Marcos, aquel joven que sigue de cerca al Señor Jesucristo, arrestado camino a la pasión, y que logra escabullirse.

También al compañero de misión de los Apóstoles San Pablo y San Bernabé, que huye ante la persecución y después vuelve arrepentido. Hubo reconciliación con San Pablo prisionero en Roma cuando Marcos viene en su auxilio.

El primer Evangelio inicia con el Ministerio de Jesucristo quien llama a la conversión del Reino de Dios con la Buena Noticia tras ser bautizado por San Juan, el Precursor. Llamó Jesucristo a los primeros cuatro discípulos llamados en pares de hermanos pescadores: San Andrés y San Pedro, hijos de Jonás, y Santiago y San Juan, hijos del Zebedeo. San Pedro aparece más que todos en los Evangelios después de Jesús, el Hijo de Dios.

El inicio del Ministerio se ubica en Cafarnaúm, en la Galilea de los gentiles, en la sinagoga derrotando a los demonios que lo declaran el Santo de Dios. A seguidas acude Jesucristo a la casa de Simón y Andrés en la que sirve a la Mesa una anciana mujer que recibe sanación, la suegra de San Pedro.

El Cristo orante predomina en los Evangelios. Trae curación a desvalidos, a indignos y malditos separados del pueblo de Dios. Acción que tiene su cumbre en el llamado a Levy relacionado con el tema del pecado contra el Espíritu Santo que perdona Dios al abrirnos a su llegada.

El tema de la Familia de Dios aparece por primera vez con la mención de la Madre de Jesús y de sus hermanos, no hijos biológicos de la Virgen María, sino miembros de la Comunidad Cristiana Eucarística.

Con San Marcos se perfila la descripción de los diversos rasgos del Nuevo Pueblo de Dios conformado por el jefe de la sinagoga y el infiel endemoniado de Gerasa, presentes al inicio de las enseñanzas del Hijo de Dios con la Parábola de las parábolas: el Sembrador, y sus receptores directos son la Familia de Jesús, María, la Esposa del Carpintero Casto y los miembros de la comunidad de sus amigos.

Es importante resaltar en San Marcos el capítulo 7: aquello que hace impuro al hombre. Un listado de pecados que sirve de herramienta para la Penitencia en la Iglesia Romana para la incorporación a la Comunidad Eucarística de los extranjeros y la sanación de los sordomudos, en alusión directa al bautismo cristiano.

El capítulo 8. la Confesión de San Pedro de Cristo Jesús, antecedida por la multiplicación de los panes y la advertencia contra la levadura de los fariseos, es el corazón del Evangelio. Se proclama a seguidas el anuncio de la Pasión y Resurrección del Señor.

La respuesta del cielo que recibe San Pedro y los Discípulos a este escándalo es la Transfiguración en lo alto del monte donde se da un segundo anuncio de la Pascua, la participación de la misma al ocupar los últimos puestos y la sanación de los oprimidos y atormentados por los males de esta vida.

Inicia el capítulo 11 con la entrada de Cristo a Jerusalén, la expulsión de los comerciantes de la religión del Templo, el anuncio del término de todo lo creado hasta entonces.

El capítulo 14 contiene el relato de la Cena del Señor y la negación de San Pedro.

Los últimos dos capítulos contienen el juicio a Jesucristo, su crucifixión, muerte y resurrección, fundamento para ir a llevar la Buena Noticia al mundo entero con la garantía de que el Señor estará con sus misioneros en medio de las limitaciones y males de la vida presente. *PhD y Posdoctorado en teología Católica. 

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