
TropicalNewYork.net «abre portales de nostalgia» con el Lunes del Recuerdo con Manny Valenzuela

NUEVA YORK. – A las 7 de la noche, justo cuando la ciudad comienza a abrigarse con las luces de la nostalgia, el locutor Manny Valenzuela abrió su micrófono como quien abre un libro sagrado de memorias.
El lunes 1 de julio no fue un lunes cualquiera, fue un viaje sin mapa a través del tiempo. Y con la frase: “Qué grande es querer sacar de tu cabeza aquello que no sale del corazón”, se encendió la llama de lo eterno.
Así comenzó otro Lunes del Recuerdo, un espacio radial que no se transmite: se vive. Allí, donde la música no suena, sino que respira, los lunes dejan de parecerse entre sí. Cada uno nace con sus propias luces, con sus propias nostalgias y con el eco invisible de quienes ya no están, pero siguen vivos en una canción.
Manny, al frente del timón como un capitán bohemio, saludó a sus oyentes con el cariño de quien conoce el alma de sus cómplices: “¿Cómo están los bohemios y románticos, mis cómplices de siempre?”, dijo, abriendo el portal a un universo donde las emociones no se narran, se sienten. “Este es un mundo mágico de la música —agregó— donde nos vamos al pasado navegando de manera imaginaria con esas canciones que nos llegan al alma.”
Mientras la programación avanzaba como un río sereno cargado de recuerdos, los mensajes del público comenzaron a caer como hojas de un árbol antiguo, revelando el hechizo que obraba en cada nota:
“Vino más explosión que nunca” “Ay, esa canción me da mucha nostalgia y a mi padre le encanta” “Por ahí anda mi hermano Orlando… sufriendo… ¡ten compasión!”
“Gracias hermano mío por tan excelente programación; como siempre te la luces; pero hoy, extremadamente buena”
Así fue este lunes: distinto, profundo, sensorial. Un lunes que no se parece a ningún otro porque fue tejido con hilos de recuerdos, con voces que atraviesan el tiempo y con melodías que se alojan justo donde la memoria se convierte en emoción.
El Lunes del Recuerdo, más que un programa, es una ceremonia. Una especie de misa íntima donde TropicalNewYork.net es altar, la música es ofrenda y Manny Valenzuela, el sacerdote de los sentimientos.