
Nelly Tavarez llama a confiar en Dios y perseverar en medio del “horno de fuego” de la vida

New york. – “En los momentos más duros, cuando todo parece derrumbarse, es cuando Dios está trabajando más en ti, aunque no lo puedas ver”, así inició la evangelista Nelly Tavarez su programa Devocionales, donde desafió a los creyentes a ver las pruebas como un proceso divino de purificación y crecimiento, y no como un castigo.
Tavarez comparó la vida con una montaña rusa, donde los picos de prosperidad dan paso inevitablemente a valles de dificultad. “Hay tiempos de vacas gordas, cuando todo fluye, y tiempos de vacas flacas, cuando todo parece estar en nuestra contra. Pero incluso allí, cuando sentimos que nuestras oraciones no son escuchadas y todo esfuerzo fracasa, Dios sigue obrando con un propósito”, afirmó.
Inspirándose en la historia de Job y en los jóvenes hebreos en el horno de Nabucodonosor, la mensajera del altísimo recordó que las pruebas no destruyen a los hijos de Dios, sino que queman sus ataduras: “El fuego no es para consumirte, sino para liberarte. Así como el oro es refinado, nosotros necesitamos pasar por procesos que quemen nuestro orgullo, nuestra ansiedad y todo aquello que nos impide avanzar en fe”.
La predicadora explicó que Dios obra de dos maneras: en su “mano derecha”, donde derrama milagros y bendiciones, y en su “mano izquierda”, donde enseña, pule y fortalece. “Todos queremos la mano derecha de Dios, la de las respuestas rápidas, los milagros visibles y la prosperidad. Pero es en la izquierda donde se forjan el carácter, la paciencia y la verdadera confianza en Él”, señaló.
Con un mensaje de esperanza, Tavarez aseguró que ningún proceso es eterno. “La enseñanza de Dios no dura para siempre. Después del fuego viene la graduación. Después de ser formados en su mano izquierda, llega el tiempo de ser levantados en su mano derecha, como Job, quien después de perderlo todo, vio su vida restaurada al doble”, subrayó.
Finalmente, motivó a los creyentes a no rendirse en medio de sus batallas. “Aunque no lo sientas, Dios no se ha movido de tu lado. Puede que hoy estés siendo formado en su mano izquierda, pero pronto serás levantado en su mano derecha. Él nunca te suelta. El fuego es temporal, pero la bendición es eterna”, concluyó.